El Gobierno de Biden impone nuevas sanciones al petróleo ruso justo antes de la toma de posesión de Trump | Internacional | EL PAÍS
Joe Biden, en sus últimos días como presidente de Estados Unidos, ha anunciado una nueva iniciativa para fortalecer a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa. A poco de dejar la Casa Blanca y a la espera de la toma de posesión de Donald Trump el próximo 20 de enero, los Departamentos del Tesoro y de Estado han declarado sanciones contra el sector petrolero y gasístico de Rusia. A pesar de las restricciones impuestas desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, esta industria todavía proporciona a Moscú —el tercer mayor productor mundial— alrededor del 25% de sus ingresos. Esta medida se lleva a cabo simultáneamente con el Reino Unido.
“Estados Unidos está tomando amplias medidas contra el sector clave de ingresos que Rusia emplea para costear su guerra brutal e ilegal contra Ucrania”, ha declarado la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. “Esta medida tiene como base, y fortalece, nuestro objetivo desde el comienzo de la guerra, interrumpir los ingresos de energía del Kremlin”.
Dos de las principales empresas rusas del sector, Gazprom Neft y Surgutneftegas, serán sancionadas, así como 183 buques que exportan el crudo de Moscú. Muchos de ellos, según han explicado dos altos cargos estadounidenses que hablaron bajo la condición de anonimato, “forman parte de lo que se conoce como una flota fantasma de comerciantes opacos de petróleo ruso”. Algunos no solo han transportado crudo ruso, sino también petróleo sancionado iraní, según el Departamento del Tesoro.